El envejecimiento es un proceso natural e inevitable, la piel es el órgano en donde es más evidente el paso del tiempo. Es importante mantener una piel sana porque es una capa protectora del cuerpo. Cuando la piel se debilita, estamos expuestos a más enfermedades.
Los tratamientos antienvejecimiento nos ayudan a contrarrestar el deterioro de la piel, haciendo que los pacientes luzcan más jóvenes, frescos y saludables; además de que levanta la autoestima y afecta de forma positiva en su entorno. Los tratamientos pueden ser a base de una estrategia multidisciplinaria que incluya agentes tópicos, agentes sistémicos, ejercicios y alimentación, así como un cambio de conciencia para evitar el estrés.
Tipos de agentes tópicos:
Suplementación nutricional específicas
Andropausia