La Microdermoabrasión es un tratamiento que a través de agua y puntas de diamante realiza una limpieza profunda de la piel, eliminando las células muertas superficiales, grasa y puntos negros acumulados, disminuye el tamaño de los poros, mejora la textura áspera del rostro y atenúa cicatrices, logrando así una piel uniforme y suave.
El riesgo de este tratamiento es totalmente nulo. Y, por si fuera poco, no tiene efectos secundarios. No irrita la piel, no causa enrojecimiento ni hinchazón en la piel, no provoca ningún riesgo de alergia, infección o hipersensibilidad, etc. Como consecuencia es apto para todo tipo de pieles. Incluso muchas personas lo utilizan para tratar aquellas zonas más sensibles de su cuerpo en las que no pueden aplicarse láser, peelings o mesoterapia. Es, como ya hemos dicho, una alternativa perfecta y menos costosa económicamente para otros tratamientos más agresivos.
